Hoy, y si para alguien resulta de interés, acompaño una noticia que me envía un buen amigo desde Canadá y referida al contencioso histórico entre España y Marruecos y luego mi respuesta, que amplía a una visión global todavía muy incipiente de la situación internacional. Con mis mejores deseos de una buena semana:
Buenos días Javier. En este caso comparto lo expuesto por el articulista Alfonso Egea sobre el contencioso histórico entre España y Marruecos. A pesar de ello y estando en una situación de desconcierto mundial, podría ocurrir algún movimiento inesperado que acelerase la actitud integradora de Marruecos. En caso de un hipotético enfrentamiento, veo en muy mala situación nuestros intereses, ya que EE.UU. y Francia en menor medida, no dejarían de apoyar a Marruecos, dada su importancia geoestratégica en el Mediterráneo, estrecho de Gibraltar y extensa costa atlántica.
Por otra parte nuestra capacidad militar está en franco retroceso con material en fase de servir sólo para mantener instruidas a nuestras fuerzas, pero sin poderse oponer a la tecnología que ya tiene Marruecos, que además, desde hace poco, cuenta con el estrecho asesoramiento de Israel. De ocurrir lo no deseado, creo que al final, serían terceros países los que nos obligarían a una cesión «honrosa» pero negativa, como ya ocurre desde hace doscientos años. Somos una nación que ya no cuenta en la geoestrategia mundial y que sólo puede tener relativa importancia en la hipotética regeneración de una Unión Europea, que veo de dudosa realización.
No es un problema del color o gestión del Gobierno, es la triste realidad que afecta a muchos otros países, como Francia e Italia, por poner los más semejantes y que hacen equilibrios para intentar seguir en el mapa del juego internacional. Nosotros vamos a remolque. Triste pero real. Es como la vida, se inicia, sube y finalmente se muere. La población mundial, los intereses de todo tipo hace años que se desplazaron al Pacífico y ahora ya están asentados definitivamente en aquella zona, que se amplía con el Índico. El fin del Mediterráneo donde nacieron las tres grandes religiones y la civilización occidental que ha regido el mundo desde hace miles de años, representará algo nuevo y totalmente desconocido.
Creo que en este mapa ignoto, América tendrá que quedar como una gran isla a la espera de acontecimientos e intentar ser controlada por los EE.UU. en inicio de su decadencia y aplicando la política Monroe, mientras pueda, los demás se dejen y los orientales no decidan cambiarla. No es halagüeño lo que expongo, pero temo que será lo que nosotros ya no veremos. Estamos en los prolegómenos que pueden durar décadas o estallar de forma imprevista y definitiva. Yo anuncié el fin de una Era el día de reyes cuando las masas revolucionadas ocuparon el Capitolio de Washington. Me gusta mucho estudiar la Historia de la Humanidad y comparar los hechos a lo largo de los milenios de tenencia de datos. Siempre me remonto a Mesopotamia en lo político y al Diluvio Universal en lo Evolutivo. Con un fuerte abrazo,
Roberto Marugán Giró
06-12-2021
