El 20 aniversario de la reapertura del Teatre del Liceu en Barcelona se celebrará con la producción de Turandot que celebrará en el 2019 dirigida por Franc Aleu y que quiere usará de las nuevas tecnologías de una forma pionera. Un lunes de enero de 1997 dos trabajadores que estaban soldando el telón de acero que servía para aislar la sala del fuego en caso de incendio. Como había riesgo prepararon extintores pero fue inútil, las chipas incendiaron las cortinas y de ahí ardió todo el teatro. Aunque los trabajadores apagaron el primer foco fue inútil las llamas prendieron el patio de butacas y de ahí todo el teatro.
Jordi Évole indagó sobre este tema el pasado año ¿Fue la chispa la única causa o tuvo que ver el mal estado del teatro? No se hicieron reformas ¿Hubo pacto de silencio entre los afectados para evitar reconocer negligencias y asumir responsabilidades? Éstas son algunas de las preguntas que el programa traslada a los entrevistados.
Sin embargo ahora el escenario es diferente, los gerentes del teatro convocaron a más de un millar de empresarios y miembros de la sociedad civil –un centenar de ellos llegados de Madrid– en un acto que marcaba el inicio de la carrera para celebrar en el 2019 los 20 años de la reapertura del Gran Teatre del Liceu tras el incendio. En el acto se explicaron los beneficios fiscales que el Estado ofrece durante los tres próximos años, por el 20.º aniversario, a los mecenas y patrocinadores del Liceu. Asistieron al acto el director general de la Fundación Bancaria La Caixa, Jaume Giró, Ricardo Rodrigo, de RBA, el director de la Fundación Banco Santander, Borja Baselga; el director general de Damm, Enric Crous, Jonathan Andic, de Mango y Josep Caminal, director general de presidencia del Grupo Godó entre otros personas destacados de la sociedad catalana.
El acto estuvo presentado por los periodistas Ramón Pellicer y Cristina Puig y acabaron dando paso a una entrevista en directo, a cargo de Ramon Pellicer, al flamante presidente del patronato del Liceu, Salvador Alemany el cual recordó que el Liceu crea mil puestos de trabajo, que el 50% de los ingresos los devuelve en forma de impuestos y que genera 128 millones de PIB a Barcelona, siendo uno de los equipamientos que contribuyen de manera significativa al prestigio de la ciudad en el mundo.
