Hace unos años un desconocido en la política catalana, Josep Bou, irrumpió con fuerza en escena, pasando de la nada a encabezar la lista del PP por Barcelona, algo que sorprendió a propios y extraños.
Josep Bou era un empresario de éxito en el sector de la alimentación que había llegado a la presidencia de la asociación Empresaris de Catalunya, una patronal constitucionalista creada a partir de profesionales próximos a Societat Civil Catalana.
El candidato sorpresa
En el lejano 2019 todos se mostraron sorprendidos por su elección como candidato de Barcelona. Según cuentan, en el famosos Congreso del PP de Cataluña en Sitges, al ser presentado como invitado hubo numerosos aplausos en la sala. Pablo Casado preguntó quién era ese personaje tan admirado y lo quiso conocer, de esa conversación salió candidato.
Nadie del PP lo conocía, entonces ¿Quienes les aplaudieron con entusiasmo en ese momento? Cuentan las malas lenguas que Josep Bou se trajo una claca formado por empleados de sus empresas, algo que parece ser que se fue repitiendo en otros eventos del Partido Popular.
Su trayectoria en esos cuatro años de concejal fue errática, alternando la contundencia en algunas intervenciones con extravagancias que estaban fuera de lugar en el partido de la derecha.
Los profesionales de la derrota
Si en algo se caracteriza el Partido Popular de Cataluña es en ser unos grandes profesionales de la derrota, cosa que no es fácil. Perder elecciones durante 30 años sin tener nunca acceso a al gobierno autonómico y seguir comportándose como si fueran políticos de verdad tiene mucho mérito.
Si alguien se toma la molestia de examinar las publicaciones en Redes Sociales de los últimos cuatro años del PPC y sus líderes podrá comprobar que no hay ni una sola propuesta de cosecha propia para Cataluña. Todo es «Viva (Rajoy,Casado,Feijóo,Ayuso o Juanma», que malo es Sánchez y que malos son los independentistas.
Es natural que esta pequeña unidad de perdedores de élite no quiera «competencia» externa como es el caso de Josep Bou. Su único objetivo en estos años es esperar que el PP gane las Elecciones Generales y los pueda colocar en la Zona Franca, las delegaciones del Gobierno central y cuatro empresas más.
Bou sufrió en sus carnes el acoso y derribo de los miembros del PPC desde el primer día en que fue concejal, pero el paraguas de Casado lo protegía, hasta que el líder del Partido Popular decidió inmolarse ante Ayuso. En ese momento Josep Bou supo que su tiempo en el PP tocaba pronto a su fin.
Empresaris de Catalunya Returns
Y ¿Qué fue de aquella asociación, Empresaris de Catalunya, que aupó a Bou en su carrera política y lo llevó al ayuntamiento de Barcelona? Que fue desactivada y abandonada una vez cumplió los intereses del candidato.
Un proyecto ilusionante que tenía mucho recorrido por delante quedó totalmente parado mientras Josep Bou disfrutaba de su cargo como concejal.
A principios de 2023 la asociación se renovó y nuevas caras entraron en su Junta Directiva, sin embargo Bou se hizo fuerte en su cargo de presidente ¿Por qué esa insistencia si no había tenido interés en la asociación durante los últimos cuatro años?
La cuenta de Twitter de EC ha resucitado y empieza a publicar contenidos en los que salen en la misma frase los apellidos Bou y Feijóo. Fuentes del Partido Popular de Cataluña nos han explicado que creen que estamos al inicio de una nueva performance del empresario catalán para acercarse a la órbita de Feijóo como hizo anteriormente con Casado.
Si el PP gana las próximas Elecciones Generales veremos cuales son los movimientos de Josep Bou ¿Intentará de nuevo aparecer con su claca o con cajas de cava para ganarse el favor de la nueva cúpula? Pronto lo sabremos.
