La reciente muerte de Fernando Fernández Tapias, uno de los empresarios más destacados de España y vicepresidente del Real Madrid, ha desencadenado una intensa batalla legal por su herencia. Estos conflictos por la herencia revelan las complejidades inherentes a las disputas familiares por herencias y también las particularidades que surgen cuando la herencia implica una Empresa Familiar de envergadura.
Fernández Tapias, quien falleció el 25 de octubre a los 84 años, dejó tras de sí un imperio empresarial y un patrimonio valorado en alrededor de 3.000 millones de euros. La disputa por su herencia ha dividido a su familia, especialmente entre sus cinco hijos mayores de sus dos primeros matrimonios y su viuda, Nuria González, con quien tuvo dos hijos más.
Estos conflictos han sido provocados por la actitud imprudente e indiscreta de los hijos mayores, que quisieron inhabilitar judicialmente a su padre para que no los apartara de la gestión de sus empresas y de su testamento. El padre a su vez prohibió que los hijos mayores asistieran a sus exequias para despedir a su padre.
El caso de Fernández Tapias subraya la importancia del protocolo familiar en las empresas familiares. Estos protocolos son esenciales para definir las reglas de sucesión y gestión, y para prevenir disputas como la que actualmente enfrenta la familia Fernández Tapias.
Origen de los conflictos por la herencia de Fernández Tapias
En 2020, los hijos mayores iniciaron un proceso de incapacitación de su padre debido a un presunto deterioro de su capacidad cognitiva, buscando proteger sus intereses y su patrimonio. El legado familiar y empresarial de Fernández Tapias recaía en Juan Carlos Fernández-Tapias García-Courel, quien desde 2015 ha sido el consejero delegado del Grupo Tapias, pero fue sustituido por la viuda del magnate. La designación de un administrador para su imperio refleja las previsiones tomadas por Fernández Tapias para asegurar una gestión eficiente y acorde con sus deseos para el futuro de sus empresas.
Este caso destaca la complejidad de los asuntos sucesorios en las empresas familiares, donde las emociones personales y los intereses empresariales a menudo se entrelazan. La incertidumbre en torno al testamento de Fernández Tapias y la aparente falta de un protocolo familiar claro han agravado las tensiones, evidenciando la necesidad de una planificación sucesoria bien estructurada y comunicada. La resolución de este conflicto será determinante no solo para el futuro de la herencia de Fernández Tapias, sino también para la estabilidad y continuidad de su legado empresarial.
