CRIPTOMONEDAS

Criptomonedas

Del trueque a las criptomonedas: Al principio las transacciones comerciales se hacían mediante el trueque. Pronto se dieron cuenta de que el trueque era difícil de hacer por dos motivos:

1. Tenías que encontrar a alguien que quisiera lo que tu ofrecías y que tuviera lo que a ti te hacía falta. Esto se facilitó bastante con un invento genial: en lugar de salir a los caminos a ver si encontrabas a alguien con quien intercambiar productos se establecieron los mercados en un lugar y un día predeterminados.

2. De todas formas el trueque tenía una segunda dificultad. Imaginemos que tu tienes un carro de trigo y quieres una vaca lechera y que la relación de intercambio o precio es de un carro de trigo por 0’70 vacas. Yo no tengo más trigo y no me sirve de nada una parte de una vaca lechera, por lo tanto no hay posibilidad de trueque. Esta segunda dificultad se resolvió con otro invento genial: el dinero.

¿Qué es el dinero en una economía del trueque? Un objeto, fácilmente fraccionable, que permite “cuadrar” los intercambios.

El quid de la cuestión es ponerse de acuerdo en qué es dinero y cuánto vale.

Ya hemos visto que una de las características es que sea fraccionable. Otra es que comprador y vendedor estén de acuerdo en lo que vale el dinero. Para que se pongan de acuerdo en lo que vale ayuda mucho que sea escaso, duradero y bonito, como el oro y otros metales.

Efectivamente no serviría de mucho un dinero que fuera tan abundante como las arenas del desierto o de la playa, tampoco serviría como dinero una galleta o un trozo de madera que fácilmente se pueden deteriorar o echarse a perder.

Otro invento genial fue el papel moneda. Alguien muy listo dijo que el papel estaba amparado por una determinada cantidad de dinero depositado en su casa. Con el tiempo aparecieron los creadores de dinero o bancos. Los banqueros se dieron cuenta enseguida que de todo el dinero que les pedían que custodiaran sólo unos cuantos ahorradores venían a retirar una pequeña parte de sus ahorros, y con el resto los banqueros hacían préstamos. Es decir no sólo existía el dinero que estaba amparado por un valor real, por ejemplo el oro, sino que además existía el dinero que creaban los bancos a base de prestar lo que no era suyo pero sabían que los ahorradores no lo vendrían a retirar.

Poco a poco la acuñación de dinero, el papel moneda y la creación de dinero bancario se convirtieron en tan grandes negocios que se fue restringiendo a las personas que los podían hacer y actualmente sólo los pueden hacer los Bancos Centrales, por ejemplo el BCE y por delegación la banca comercial y la banca de negocios. Pero no sólo hacen negocio con los préstamos, sino también con un conjunto de servicios que generan comisiones o ingresos por valoración, por ejemplo la domiciliación de recibos y nóminas o las tarjetas de crédito.

En definitiva confiamos en que determinado Banco custodiará con eficacia nuestros valiosos ahorros y nos los devolverá cuando los necesitemos, y que mientras tanto con nuestros ahorros hará préstamos a otros clientes con la debida prudencia y diligencia de un buen padre de familia… Pero todo esto es mentira, y si no que se lo pregunten a los que confiaron sus ahorros a Lehman Bros. O al Banco Popular Español.

Afortunadamente Internet está cambiando las cosas y hoy en día si quieres puedes prescindir absolutamente de un banco. Ni que decir tiene que el mercado se ha expandido y se ha vuelto global, del intercambio de un carro de trigo por una vaca lechera hemos pasado a tener acceso a todos los mercados de todo tipo de activos, reales o financieros, al contado o de futuros, subyacentes o derivados, de mayor o menor riesgo.

Por otra parte no sólo existe el papel moneda y el dinero bancario, también existen las criptomonedas que tienen las mismas características que el primer dinero: son escasas o de emisión limitada, fraccionables y seguras. Si no quieres confiar tus ahorros a un banco puedes prescindir de él ahorrando en criptomonedas. Las criptomonedas, como el BitCoin o el Ethereum, no necesitan de un Banco Central que garantice su valor porque lo garantizamos entre todos los usuarios de Internet gracias a la tecnología BlockChain.

Al principio la crítica más común que se hacía de las criptomonedas era su elevada volatilidad, es decir que su precio podía variar mucho de un día para otro respecto de otros tipos de dinero, por ejemplo dólares o euros. Pero hoy en día existen criptomonedas perfectamente estables que mantienen su valor respecto de los dólares o euros.

Las criptomonedas se pueden comprar con dólares o euros o “minar”. Minar es procesar la cadena de bloques para garantizar la autenticidad de las transacciones. Es un proceso complicado, que requiere mucha potencia computacional, que consume mucha energía, y que hoy en día tiene muy pequeñas recompensas.

Puedes comprar criptomonedas en cualquier plataforma de trading online. Las criptomonedas, a diferencia de los dólares o euros, no se guardan en un banco sino en un wallet o simplemente anotando su clave secreta en un trozo de papel. Tampoco necesitas de un banco para transferir criptomonedas a tu proveedor sino que tan solo debes pedirle su clave abierta para transferirle criptomonedas y los “mineros” de las cadenas de bloques se cuidarán de que tú tengas el dinero que dices quererle transferir y de que él lo reciba. Esta es la magia de la tecnología BlockChain.


Autor: Josep Mª Reichardt | Artículos - Linkedin de Josep Mª Reichardt - Twitter
Josep Mª Reichardt es economista y MBA por ESADE, asesor financiero y consultor del sector turístico. Ha sido Director Financiero en GrupCaixa, gestionando de carteras de seis Fondos de Inversión.

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