Terreno edificable en la Costa Brava

El problema y la solución de la falta de terrenos edificables cerca de la Costa Brava. Una parcela exclusiva ya que es la única gran finca de terreno donde se puede construir un complejo cerca de la zona más turística de la Cataluña.

La ciudad que cambia de nombre

Los Ángeles es una ciudad que mide 71 km. en sentido longitudinal y 47 km. de este a oeste. El perímetro de la ciudad es de 550 km. ¡Pues qué bien! como casi todas las grandes conurbaciones del mundo: Los Ángeles, Mumbai, Tokio, Ciudad de México,… Barcelona.

La población del planeta tiende a concentrarse en grandes ciudades y cerca de las costas. Lo que ocurre es que, administrativamente, a diferencia de lo que ocurre con Los Ángeles, el área urbana de Barcelona recibe diferentes nombres a medida que te vas alejando del centro de la ciudad condal.

Así, si cogemos el tren de cercanías en Barcelona en dirección a la Costa Brava, vemos que la gran urbe que al principio se llama Barcelona va cambiando de nombre, después se llama Badalona, después Montgat, Premià, Masnou, Mataró, Arenys, Calella, Blanes, etc. O sea que si Los Ángeles se extiende 71 km. hacia el norte, podemos decir que la Gran Barcelona se extiende hacia el noreste, hasta la Costa Brava no menos de 82 km., y algo parecido ocurre si viajamos hacia el sur.

El criterio que hago servir para hacer esta aseveración no es de tipo administrativo ni político, sino una mera constatación de la situación urbana de este conjunto de poblaciones que, sin solución de continuidad, podemos decir que está todo edificado desde la Plaza de Catalunya de Barcelona hasta la Costa Brava. La única posibilidad de construir en estos 82 km. es a través de una reforma o sustitución de edificaciones existentes mediante derribo, por otras nuevas.

La aldea gala

Como dice el popular cómic de Albert Uderzo y René Goscinny ¿Está toda la Galia conquistada? ¡No!: una aldea poblada por irreductibles galos resiste, todavía y como siempre, al invasor.

En nuestro viaje en tren desde el centro de Barcelona hasta la Costa Brava hay un momento, después de Pineda y Santa Susanna y antes de llegar a las afueras de Blanes que se interrumpe el continuo de edificaciones y se pueden ver algunas tierras agrícolas de especial protección, pero eso no quiere decir que sean terrenos edificables.

A pesar de las restricciones para edificar en estas irreductibles tierras agrícolas no se han podido librar de la presión del turismo y muchas de ellas han sido utilizadas como camping (incluso con bungalow más o menos permanentes) y como aparcamientos para los autocares, siempre confiando sus propietarios que algún día la presión urbana y del turismo les permitirá edificar mediante las oportunas recalificaciones, cosa que, de momento, está muy lejos de suceder.

Un capítulo especial merece el Delta de La Tordera, entre Malgrat y Blanes: unas ricas tierras aluviales destinadas a la agricultura. Después del temporal Gloria, que arrasó todos los campos, ha renacido un pequeño foco de interés por la naturaleza de la zona, rica en aves migratorias, e incluso se han construido observatorios en ambas orillas de La Tordera para la observación y fotografía de aves. La barra de sedimentos que separa el río Tordera del mar y sus alrededores han sido declarados zona de especial protección y está prohibido el paso a personas para facilitar la nidificación de limícolas y otras aves.

Inmueble singular

La conclusión es que desde el centro de Barcelona hasta la Costa Brava o está todo edificado o no se puede edificar en absoluto. ¿Todo? No: existen unos terrenos edificables a 6 km. de Blanes, en la comarca del Maresme norte (entre Malgrat, Tordera y Blanes) que tienen la calificación “urbana programable”, están parcialmente edificados desde los años 70 pero el resto de las parcelas está pendiente de aprobación del Plan parcial y de urbanización. Mide en conjunto 2’5 Ha. y existe la posibilidad de edificar 27-29 casas más.

Se encuentran bien comunicados con fáciles accesos a las estaciones de FF.CC. de Malgrat o de Blanes, a la A-2 y a la carretera de acceso a la Costa Brava. Desde estas parcelas se ve el mar y las montañas del Montnegre. Ya disponen de servicios de suministros y de alcantarillado público.

La pandemia y el teletrabajo

A menudo el motivo por el que la gente se agolpa en las grandes ciudades es la proximidad a los lugares de trabajo. La pandemia de la COVID nos ha demostrado las ventajas del teletrabajo y las prioridades de una vivienda confortable y tranquila respecto a un piso próximo al trabajo. El problema es encontrar terrenos edificables.

En caso de necesitar el confinamiento ¿no es preferible estar en una casa con amplio jardín y piscina? Tal vez alguien siga prefiriendo un piso en la ciudad, con un pequeño balcón donde asomarse a la calle, pero muchas personas han descubierto que el teletrabajo les permite a ellos y a sus hijos una mayor y mejor calidad de vida.

Redaccion

Equipo de redacción del magazine Digital diario.global.

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