Información de actualidad y titulares del Primer sector. Industrias patateras. Fuentes utilizadas (por orden alfabético): Actual Fruveg, Agrodigital, Agroinformación, Agronegocios, Agroquímica, AveNews, AviNews, Caprino, FEAGAS, Foro Agro-Ganadero, Fundación Antana, Gobierno de Aragón, Guía Verde, InfoAgro, InnovAgri, IRTA, Interempresas Caprino, Interempresas Ovino, Mundo Agropecuario, Origen, Ovino, Poscosecha, Revista Cárnica, Rotecna, THM.
Los contratos no solo deben de cubrir sus costes de producción
Al igual que sucede en España, en el resto de Europa también han subido los costes de producción: energía, fertilizantes, fitosanitarios, maquinaria, arrendamientos…. Las industrias patateras del norte y oeste de Europa, con el fin de asegurarse el abastecimiento, están ofreciendo contratos de patata para industria entre 2,45 y 4 céntimos/kg más altos que los precios publicados al final del pasado año. Los incrementos de precio varían mucho según el país, la industria y/o la variedad. Algunos de los precios ofertados cubren los costes de producción y otros no.
La NEPG, (La Asociación de Productores de Patata del Noroeste de Europa (North-Western European Potato Growers, NEPG), asociación que agrupa a los productores de patata de Alemania, Holanda, Bélgica y Francia, aconseja a sus agricultores que antes de firmar un contrato, se fijen bien si el precio que les ofrecen cubre sus costes de producción. Insisten en que no se fijen en los costes medios de su zona sino que calculen sus propios costes de producción para verificarlo. También destacan en que hay que prestar atención, no solo en el precio, sino también en las condiciones contractuales, que en muchos contratos están incompletas. Las principales deficiencias detectadas en estas condiciones es que no se mencionan el hecho de fuerza mayor ni el reparto de costes entre agricultores y procesadores que se producen como consecuencias del cambio climático y/o de las retiradas de productos fitosanitarios.
La futura PAC va a ser más verde por lo que la NEPG cree que la industria y la sociedad también deben asumir su responsabilidad. En las últimas dos décadas, el desarrollo del sector de la patata procesada ha sido impulsado por una creciente demanda de productos procesados. Los próximos años podrían marcar un punto de inflexión: la industria sigue demandando más patata pero los productores ya no tienen la posibilidad de producir más (no hay suficiente tierra de cultivo de patatas, aumentan los costes de producción, se reducen los rendimientos como consecuencia del cambio climático y de las nuevas normativas… La NEPG se pregunta: ¿estarán los agricultores tan interesados en producir patatas en los próximos años como lo estaban hace 5 o 10 años?
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