En este artículo te vamos a hablar de la importancia de la poda de árboles de hoja caduca en la ciudades.
Con el descenso de las temperaturas y la parada vegetativa de la gran mayoría de los árboles ornamentales de follaje caducifolio de la ciudad de Madrid, se da inicio la campaña de poda de árboles en Madrid. Asimismo el resto de municipios madrileños como Pozuelo de Alarcón, Boadilla del Monte, San Sebastián de los Reyes o Alcobendas entre otros también se unen a esta campaña que dura cinco meses, dando inicio a principios de noviembre y finalizando a mitad de marzo.
La poda de árboles urbanos es uno de los trabajos dirigidos a facilitar la supervivencia y correcto desarrollo de los ejemplares en las urbes.
Según la Ley 8/2005, de Protección y Fomento del Arbolado Urbano de la Comunidad de Madrid que regula la gestión del arbolado de todos los municipios madrileños, todos los planes de conservación que afecten tanto al arbolado urbano público como privado son de obligado cumplimiento para el propietario. Con esto se entiende que aunque los ejemplares estén ubicados dentro de un terreno privado, sus dueños están obligados al mantenimiento, conservación y mejora. Asimismo deben realizar todos los trabajos precisos para un correcto estado de la salud del ejemplar. En caso de incumplimiento de sus obligaciones, se sancionará económicamente al propietario.
Objetivo de la poda de árboles de hoja caduca
Los árboles de follaje caducifolio pierden sus hojas durante los meses de otoño e invierno, para brotar de nuevo vigorosas con el ascenso de las temperaturas. Por tanto, la principal finalidad es realizar actuaciones que mejoren su estado de salubridad antes de la llegada de la primavera. Además para obtener la multitud de beneficios de los árboles en las ciudades, estos deben contar con un estado óptimo de salud.
La poda de árboles de hoja caduca se realiza, principalmente, para evitar que su crecimiento pueda desencadenar conflictos.
El objetivo principal de la poda de árboles urbanos es reducir el volumen y altura de las copas que presentan estructuras descompensadas, voluminosas, ramas peligrosas o con madera quebradiza, árboles inclinados, etc. También se hace hincapié sobre aquellos ejemplares cuyo desarrollo haya afectado a infraestructuras, tendidos eléctricos o telefónicos, alumbrado así como señales de tráfico. En este último caso, los ejemplares que entorpecen la visibilidad de las mismas representan un gran peligro tanto para la circulación de los vehículos como para los peatones.
Tipos de actuaciones en poda de árboles urbanos
La gran mayoría de los árboles urbanos en la ciudad de Madrid son ejemplares de follaje caducifolio de grandes dimensiones. Es por ello que las podas de estos ejemplares debe ser realizada por un equipo de técnicos especializados en podas y podas de altura, como los profesionales de Ajardina.
El Plátano de sombra (el árbol urbano por excelencia), la Acacia del Japón, el Olmo Siberiano o el Castaño de Indias son solo algunas de las más de 200 especies arbóreas diferentes que pueblan las calles de la capital madrileña. Por ello, es fundamental a la hora de ejecutar la poda de árboles de hoja caduca el reconocimiento de la especie, su modelo de crecimiento así como sus fases de desarrollo y necesidades concretas de cada ejemplar.
La campaña de poda de árboles de hoja caduca se divide principalmente en dos tipos de actuaciones: poda de mantenimiento y poda de formación.
- Poda de mantenimiento. Se refiere a eliminar aquellos elementos indeseables para evitar el desarrollo amorfo o desmesurado del ejemplar además de eliminar toda aquella vegetación que cause daños a espacios públicos o privados, como hemos mencionado anteriormente. Para ejecutar este tipo de poda en árboles urbanos existen dos técnicas principalmente: aclareo de ramas y reducción de copas.
- Poda de formación. Se entiende por aquel trabajo que se inicia cuando el árbol es joven hasta su madurez para facilitar un correcto crecimiento y fortalecer su estructura futura, dirigiendo su desarrollo.
