Venta al contado o a plazo

Venta al contado o a plazo

Tanto si se trata de vender un inmueble, pero sobretodo con los activos financieros, las operaciones se pueden dividir entre la venta al contado o a plazo.

No confundir venta a plazo con venta a plazos, como se explicará después la venta a plazos responde normalmente a una operación al contado que cuenta con financiación por parte del vendedor a favor del comprador, lo que le permite completar los pagos de la compraventa a lo largo de unos plazos. Venta a plazos equivale a decir venta con pago aplazado.

Pero volviendo a la diferencia entre una operación de compraventa al contado o a plazo, si hablamos de una compraventa al contado nos referimos a una transacción de intercambio entre dos activos, normalmente uno de ellos es dinero, que tiene lugar en el mismo momento en que se contrata la transacción. Esto es muy sencillo con un ejemplo: si vamos al mercado y compramos un kilo de fruta, formalizamos un contrato de compraventa verbal y si el frutero y yo estamos de acuerdo en el precio, la cantidad y la calidad del producto inmediatamente efectuamos el intercambio: el frutero me da la fruta y yo le doy el dinero estipulado. Hemos hecho una compraventa al contado.

Cuando se trata de transacciones de activos financieros lo que denominamos «contado» no es exactamente lo mismo que en el caso de la fruta porque por tradición y por las dificultades de las comunicaciones cuando se establecieron las normas de estos contratos, el contrato al contado tiene lugar hoy pero el intercambio de los activos financieros tiene lugar dos días hábiles después, es lo que se denomina valor «spot».

Ahora la cosa se complica: cuando hacemos una transacción de compraventa a plazo hacemos un contrato (normalmente verbal como en el caso de la fruta), nos ponemos de acuerdo en los activos a intercambiar, la cantidad, el precio y la fecha de vencimiento. Una vez acordados estos cuatro factores comprador y vendedor se despiden sin haber intercambiado nada. Pasado un tiempo se reúnen de nuevo en la fecha del vencimiento pactado para efectuar el intercambio en las condiciones acordadas en el momento del contrato.

Los plazos más usuales en las transacciones de activos financieros a plazo van desde un día (el día siguiente que llamaremos «next» al de las operaciones al contado que habíamos llamado «spot»), hasta una semana, un mes, varios meses o hasta un año.

¿POR QUÉ EXISTEN LAS VENTAS AL CONTADO O A PLAZO?

Las operaciones a plazo se hacen por dos motivos aparentemente contrarios: por especular y para evitar riesgos.

El especulador, a pesar de su mala fama, es uno de los factores imprescindibles de nuestro sistema capitalista. Es una persona que «especula» con el precio futuro de los activos. Por ejemplo, yo ya tengo una casa para vivir, pero compro otra porque creo que se va a revalorizar, por lo tanto «especulo» que el valor de mi segunda casa al cabo de un tiempo será superior al que tiene ahora y que la podré vender con beneficio.

Existen especuladores para cualquier cosa que se pueda comprar o vender y entre ellas los activos financieros. Otro ejemplo: yo dispongo de una bola de cristal mágica que me dice que las acciones de Caixabank que hoy cotizan a 3’42€ de aquí a un mes van a cotizar a 3’65€, tengo dos posibilidades de hacerme rico:

  1. Gastarme mis ahorros en acciones de Caixabank y esperar un mes, si se ha cumplido el pronóstico de mi bola de cristal, venderlas y forrarme, o
  2. Comprar un futuro de acciones de Caixabank a un mes que vamos a suponer que actualmente vale 3’45€. Un futuro es un contrato de compraventa a plazo (en este caso de un mes). La cotización al contado y a plazo pueden ser diferentes en función de las expectativas de los mercados respecto de la evolución de las cotizaciones al contado y de la volatilidad que es mayor en los activos más especulativos.

Fíjense que en el segundo caso no he tenido que pagar nada para hacer la inversión porque no tendré que pagar hasta el momento del vencimiento del plazo (de aquí a un mes) por lo tanto puedo invertir mucho más dinero que el que tengo ahorrado y por consiguiente, si el pronóstico de mi bola de cristal es cierto, me voy a forrar mucho más que invirtiendo hoy en acciones. ¿Qué ocurrirá en el momento del vencimiento? que yo tendré que pagar las acciones a 3’45€ y simultáneamente las habré vendido a 3’65€ o sea que el banco o el broker me liquidarán la diferencia a mi favor.

El especulador compra riesgos de los mercados y precisamente los que quieren evitar riesgos pueden hacerlo gracias a que los especuladores se los compran.

Vamos a ver cómo puede una persona evitar riesgos financieros mediante la venta al contado o a plazo: Por ejemplo un joven que acaba de comprarse una casa y está pagando desde hace unos meses una cuota hipotecaria, a tipos de interés variable, conformado por una base que es el Euribor y un diferencial del 0’75%. Debido a las tensiones inflacionarias los Bancos Centrales y concretamente el BCE está subiendo los tipos de interés, por lo tanto el Euribor sube y de aquí 6 meses, cuando toque renovar el tipo de interés de la hipoteca el joven se teme que le va a subir un 2% el Euribor, y por lo tanto la cuota hipotecaria mensual más de 250€.

Nuestro joven puede comprar un contrato del futuro del tipo de interés Euribor, la hipoteca le subirá, sin duda, pero su contrato de futuro también y le compensará la subida de la hipoteca.


Autor: Josep Mª Reichardt | Artículos - Linkedin de Josep Mª Reichardt - Twitter
Josep Mª Reichardt es economista y MBA por ESADE, asesor financiero y consultor del sector turístico. Ha sido Director Financiero en GrupCaixa, gestionando de carteras de seis Fondos de Inversión.

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